
Apple concentra ya en Irlanda el 57% de los ingresos y hasta el 62% de sus beneficios a nivel mundial. La principal filial del grupo en el país -Apple Operations International Limited- declaró en el último ejercicio, cerrado el 30 de septiembre de 2023, unas ventas de 218.894 millones de dólares (198.260 millones de euros al cambio actual), lo que supone un 1,8% menos respecto al año anterior.
Pese a este ligero descenso de los ingresos, el resultado de la compañía, que agrupa a las principales filiales del grupo a nivel mundial fuera de Estados Unidos, aumentó un 7%, hasta alcanzar los 62.284 millones de dólares (56.400 millones de euros). El gigante estadounidense de la tecnología reportó unos ingresos en el último ejercicio a nivel mundial de 383.285 millones de dólares (347.877 millones de euros), lo que supone un 3% menos que el año anterior, con un beneficio de 96.995 millones de dólares (91.317 millones de euros).
Impuestos
El holding irlandés pagó 7.700 millones de euros en concepto de impuesto de sociedades en el ejercicio y abonó dividendos por valor de 18.800 millones de euros a la matriz norteamericana, Apple Inc. Aunque según sus cuentas, los dividendos están totalmente sujetos a la fiscalidad estadounidense, la Comisión Europea acusó a la tecnológica de haber llegado a un acuerdo con el Gobierno de Dublín que le ha permitido pagar un tipo impositivo máximo de tan solo el 1%, llegando incluso al 0,005% en 2014. Apple está presente en Irlanda desde 1980 y su holding emplea en este país a un total de 6.000 personas, aunque son casi 57.000 las que forman parte de sus distintas filiales.
La razón de haber llevado a Irlanda la mayor parte de su negocio no es casualidad. De acuerdo con un informe del Icex, al contrario de lo que sucede aquí, esta país recauda más impuestos de sociedades de las multinacionales que cualquier otro en el mundo. Frente a lo que ocurre en Irlanda, España es, de hecho, uno de los países de la Unión Europea que más grava a las empresas. La fuerte presión fiscal existente obliga así muchas compañías a buscar alternativas para reducir su carga impositiva.
El hecho es que de momento Hacienda deja de recaudar en España una media de 4.300 millones de euros por la fuga de beneficios de las multinacionales a los paraísos fiscales y países con una tributación más baja a la nuestra, según The National Bureau of Economic Research. Irlanda, en cambio, con un impuesto de sociedades el año pasado del 12,5% -este año se eleva hasta el 15%- es el quinto país europeo con el sistema fiscal más competitivo, según el International Tax Competitiveness Index elaborado por Tax Foundation.
En un primer momento, Irlanda se negó a suscribir el compromiso fiscal global del 15%, suscrito por 130 países de la OCDE, asegurando que necesitaba garantías de que no sería la puerta de entrada a tasas aún más altas.
El doble irlandés
Hasta el año 2015, fueron muchas las empresas tecnológicas, especialmente norteamericanas, que utilizaron el llamado doble irlandés para reducir su factura tributaria. Esta figura jurídica consistía en tener una sociedad en Irlanda y otra en un paraíso fiscal, que es la que tenía los derechos internacionales de la propiedad intelectual. La firma irlandesa, que agrupaba las ventas internacionales, pagaba a la del territorio offshore por esos derechos, con lo que el dinero los beneficios se acababan desviando.
Es algo que han hecho en el pasado tanto Apple como Google. En el caso de la propietaria del iPhone utilizaba e una sociedad domiciliada en las Islas Vírgenes Británicas (Baldwin Holdings Unlimited) y en el del buscador en Internet de dos empresas en Bermudas: Google Bermuda Unlimited.