Redactor de Bolsa & Inversión

Francia vuelve al borde del abismo, al menos, político. El Gobierno del primer ministro François Bayrou -el cuarto desde la reelección de Emmanuel Macron como presidente de la República en abril de 2022- pende de un hilo ahora que, él mismo, ha puesto su cargo a disposición de la Asamblea Nacional. El Ejecutivo del centrista llamado a poner en orden las cuentas públicas de la segunda mayor economía de la eurozona se someterá a un voto de confianza el próximo 8 de septiembre. De momento, no tiene los apoyos para mantenerse en el poder y, según medios galos, a no ser que en los próximos 12 días ocurra un "milagro", Francia volverá a mediados del mes que viene a la casilla de salida y, mientras, las cuentas no salen.

Con apenas ocho meses al mando, Marc Murtra ha conseguido hacer de Telefónica un valor en el que volver a colocar el foco para muchos inversores. Ahora, con los rumores de una ampliación de capital -por entre 3.000 y 4.000 millones de euros- en los mentideros del mercado, la de telecomunicaciones deja clara su intención (y necesidad) de captar recursos para convertirse en una empresa con futuro.

Jackson Hole ha concentrado este viernes la atención del mercado y, tras haber escuchado en Wyoming (EEUU) al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, las bolsas se han animado. El Ibex 35, que pasada la media sesión, cotizaba con dudas, ha terminado la sesión de este viernes a las puertas de los 15.400 puntos tras subir un 0,61%, lo que acentuó el avance semanal hasta las ocho décimas porcentuales, ante lo dicho por el banquero central estadounidense en el simposio. "Puede ser adecuado ajustar nuestra posición monetaria", ha comentado Powell frente a sus colegas aunque ha querido matizar que, quizás por el posible impacto a futuro de los aranceles, "no permitiremos que una subida de precios puntual se convierta en un repunte general de la inflación".

Telefónica no quiere quedarse atrás, pero para ello necesita recursos y por eso la compañía que dirige Marc Murtra estaría valorando una ampliación de capital de entre 3.000 y 4.000 millones de euros, como adelantaba este diario en junio. Nuevos rumores en torno a esta operación han provocado una caída en bolsa que llegó a superar, en algunos momentos de la sesión el 6% para, posteriormente, remitir hasta el 4,81% al cierre de la sesión y quedar en los 4,65 euros por acción.

El retail estadounidense ya pone números al impacto de los aranceles. Ahora, dicen, se enfrentan a un cambio de régimen con márgenes bajo presión, decisiones de precios más quirúrgicas –para evitar la pérdida de clientes– y una revisión de las cadenas de suministro. Target, Home Depot y Lowe’s y Walmart ya han mostrado sus cartas.

El 2025 está siendo testigo de un cambio de compás en los mercados de renta variable. En un escenario como el actual, dominado por la incertidumbre global –con tensiones geopolíticas persistentes en varias regiones del planeta, los bancos centrales recalibrando sus políticas monetarias al calor de los datos de inflación y empleo y una estacionalidad histórica que hace de agosto un mes complicado para las carteras–, la gestión activa está demostrando la capacidad que tiene para generar valor al alejarse de replicar los vaivenes de los principales índices bursátiles de referencia. Así, los fondos activos han sabido, en los meses de gestión que acumulan desde enero, identificar nichos de oportunidad que les han valido rentabilidades cercanas, en los mejores casos, al 50%.

De la frustración en una clase universitaria a convertirse en una de las startups de diseño más valiosas del mundo. La historia de Canva, la compañía australiana fundada en 2013 por Melanie Perkins, Cliff Obrecht y Cameron Adams ha conseguido cambiar en algo más de una década cómo crean millones de personas contenido gráfico. Para los creadores, enseñar a utilizar programas como Photoshop o Illustrator -de Adobe- era un quebradero de cabeza y, por eso, idearon la solución: un software accesible, intuitivo y basado en la nube. En menos de tres años de lanzar la idea al mercado, Canva ya estaba en el radar de los llamados unicornios tecnológicos.