El domingo por la noche los negociadores de la Unión Europea y Estados Unidos parecían respirar aliviados —los primeros más que los segundos— tras el acuerdo comercial al que habían llegado ambas partes antes de la fecha límite del 1 de agosto. Pero a medida que han ido pasando las horas y se han podido analizar los términos del acuerdo, la balanza se decanta de todas, todas, hacia el lado de EEUU como claro ganador de un pacto en el que la Unión Europea parece haber claudicado de más por haber aceptado unas medidas que favorecen los intereses estadounidenses, pero no llegan a cumplir las expectativas de Europa. Ante tales críticas, el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, salió a defender este lunes que se trata del mejor acuerdo posible y que el objetivo era evitar las consecuencias de una guerra comercial con Washington.