Dentro del bazuca fiscal alemán hay dos grandes cohetes diferenciados: defensa e infraestructura. Si el primero se está llevando todos los titulares en pleno rearme de Europa con el objetivo de gasto de la OTAN en primera línea, el segundo está concitando menos atención. Algo que no debería ser así con una Alemania en la que desde hace años proliferan las críticas por unas infraestructuras envejecidas derivadas del ahorro excesivo por parte de las administraciones. Otrora ejemplo de vanguardia en Europa por sus anchas y rápidas autopistas (las famosas Autobahn), ahora en Alemania se habla de grietas en esas carreteras y puentes, colapsos en el sistema ferroviario y carencias en otras infraestructuras que no son las del transporte: muy comentada es la de la conexión a Internet.

Redactor de economía y mercados. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Un día se preguntó cómo cotizaba un bono y ya no hubo vuelta atrás.