
La gran banca española pulverizó en 2023 récords de resultados. El beneficio conjunto de Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter sumó 26.088 millones de euros, lo que supone un aumento del 27% interanual y supera los 26.000 millones que proyectaba el consenso de analistas de Bloomberg incluyendo, para su estimación, a Unicaja. Las cuentas de la entidad malagueña se conocerán la próxima semana y el mercado espera que añada 314 millones al contador.
Era el ejercicio de entrada en vigor del nuevo impuesto extraordinario, que restó 1.046 millones a las cuentas de las cinco principales entidades en España (para 2024 esperan otro bocado de algo más de 1.400 millones) y todos los bancos han batido sus mejores beneficios salvo CaixaBank. Santander fija su nueva ganancia máxima en 11.076 millones (15,3%), BBVA en 8.019 millones (+26,1%), Sabadell en 1.332 millones (+55%) y Bankinter en 845 millones (25%). CaixaBank logró la mejor progresión, con un avance del 53,9%, pero sus 4.816 millones aún resultan inferiores a los 5.226 millones cosechados en 2021, gracias a los 4.300 millones de plusvalías que generó el fondo de comercio en la fusión con Bankia y que roza ahora sin atípicos.

El gran motor de las cuentas es la subida vertical de los tipos de interés que ha ensanchado de manera fabulosa el margen de clientes por su traslación directa al precio de los créditos, sin que hayan entrado en guerras del pasivo. Una circunstancia que asienta la convicción entre lo analistas de que se ha visto lo mejor en resultados y en la apreciada rentabilidad. Sin embargo, los bancos han aprovechado la rendición de cuentas para negar la mayor y garantizar en 2024 mejoras en beneficios y aumentos en los dividendos, vía pagos en efectivo y con recompras de acciones.
El colchón se adivina en los ratios de capital. La tasa de mayor calidad de solvencia, el CET1, subió del 12,36% al 12,57% con todas las entidades por encima del 12% que suelen fijar como objetivo y que en Sabadell llega al 13,21%. Su rentabilidad media, calculada sobre patrimonio tangible (RoTE), saltó del 11,21% al 14,83%, con horquillas entre el 11,49% de Bankinter y el 17% de un BBVA que asegura, como el resto de entidades, que ascenderá este año.
Uno de los grandes motores de las cuentas ha sido España, incluso en Santander y BBVA, por la combinación de una repreciación en la cartera de créditos sin ligitar por el ahorro del cliente con depósitos retribuídos y con los cargos limitados en provisiones al no aflorar la morosidad.
Su beneficio conjunto en el país creció un 57,38%, hasta 11.472 millones. A la cabeza de la mejora se sitúa BBVA, con un aumento del 65,3%, hasta 2.755 millones, aunque es CaixaBank la que mayor resultado genera grancias a su posición de liderazgo en el mercado (ganó 4.364 millones, el 59,8% más). Le siguen Santander, con 2.371 millones (+51,9%), Sabadell, con 1.137 millones (47,4%) y Bankinter, con 845 millones (+25%).
El avance del euríbor y la gestión de precios con clientes explican su mayor parte, con expansiones en el margen de intermediación en España del 47% (entre el 52,2% de CaixaBank y el 34% de Sabadell).
A escala grupo, las cinco cotizadas experimentaron un empuje del 15% en sus ingresos core o generados en el margen bruto, epígrafe más asimilable a los ingresos típicos de la banca y que ascendió a 109.719 millones. Solo la contribución del margen de intereses conjunto a esta rúbrica creció un 20% y sumó 83.399 millones.
El mercado espera que la situación cambie en los próximos meses ante la previsión de que el Banco Central Europeo (BCE) inicie el repliegue de tipos. Algunos bancos estiman que ya han tocado techo en el margen de clientes (diferencia entre lo que pagan por remunerar el pasivo y lo que cobran por los créditos), y los organismos supervisores esperan ajustes en el margen financiero y la rentabilidad por un mayor coste del fondeo cuando despierte la demanda de crédito y un repunte en los impagos. En 2023, el ratio de morosidad medio apenas avanzó del 2,938% al 2,974%.