
El consejero delegado de Banca Privada de Andorra (BPA), Joan Pau Miquel, detenido anoche por un presunto delito de blanqueo de capitales, ha sido en estos últimos años la mano derecha de la familia Cierco, propietaria de la entidad, y el responsable de impulsar su expansión internacional.
Miquel, de 48 años, es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y ha desarrollado prácticamente toda su carrera profesional en el grupo de BPA, que esta semana ha sido intervenido por las autoridades andorranas, después de que Estados Unidos la acusara de canalizar fondos del crimen organizado.
Miquel fue nombrado en 1994 director general del grupo y miembro del consejo de administración y posteriormente asumió también la presidencia de Interdin, el 'holding' de servicios financieros controlado por BPA.
En febrero de 2012 fue designado consejero delegado de Banco Madrid en sustitución de Xavier Mayol, quien había estado hasta el momento al mando de la dirección ejecutiva de la entidad española.
El nombramiento de Miquel respondía al proceso de consolidación de las actividades de Banco Madrid en el mercado español, tras ser adquirido a mediados de 2011 por la entidad andorrana.
El directivo llegaba al mando como especialista de referencia en banca privada y personal y con el reto de impulsar la expansión internacional del grupo.
De hecho, siempre ha puesto de manifiesto la vocación de internacionalización del banco del Principado, que llegó a tener filiales en países como España o Panamá, actualmente también intervenidas.
El primer detenido
Miquel, de perfil reservado y de quien se sabe poco sobre de su vida personal, ha sido durante años la mano derecha y hombre de confianza de los hermanos Higini y Ramon Cierco, propietarios de Banca Privada de Andorra.
La de Miquel es la primera detención que lleva a cabo la policía andorrana tras conocerse el informe del departamento del Tesoro de Estados Unidos que acusaba a algunos directivos del BPA de colaborar en el blanqueo de dinero de clientes chinos, rusos, mexicanos y venezolanos, procedente del crimen organizado.
La investigación sobre el caso BPA sigue abierta y no se descartan nuevas acciones durante las próximas horas.