Economía

Los españoles usaron casi la mitad de su salario bruto para pagar impuestos y cotizaciones

Oficina de la Agencia Tributaria.

Cada contribuyente español -soltero y sin hijos- dedicó el 40,6% de su salario bruto en el pago de cotizaciones e impuestos, lo que sitúa a nuestro país, seis puntos por encima de la media de las economías de las economías desarrolladas del mundo (34,6%). Esta cifra se desprende del informe del 'Tax Wages' publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

En el informe se destaca que, mientras que en el conjunto de la OCDE la carga fiscal sobre el trabajo se incrementó de media 0,05 puntos porcentuales respecto a 2023, en España se observó un aumento de 0,41 puntos porcentuales respecto del año precedente debido en gran parte por el aumento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Hay que recordar que el Gobierno no deflactó el tramo estatal para mitigar el impacto de la inflación en los contribuyentes.

Al analizar en detalle este incremento en el documento se ve claramente este efecto. El IRFP sumó 0,35 puntos porcentuales, frente al 0?% que registraron la media de los países de la OCDE. Por su parte, las contribuciones sociales a cargo del trabajador se elevaron en 0,01 puntos respecto a 2023, mientras que las del empleador crecieron en 0,05 puntos, cifras que superan las medias de la OCDE, situadas en 0,02 y 0,03 puntos porcentuales, respectivamente.

Muchas de las comunidades autónomas deflactaron sus tramos autonómicos del impuesto de la renta, lo que supuso más alivio a la carga fiscal devenida del aumento salarial provocado por la inflación, entre otras medidas.

En 2024, un total de once comunidades autónomas en España aplicaron medidas para ajustar este tributo en respuesta a la inflación. Estas medidas incluyeronla deflactación de los tramos autonómicos del IRPF, ajustes en los mínimos personales y familiares, así como reducciones en los tipos impositivos.?

De este modo, España ocupó la decimotercera posición entre los países de la OCDE con una mayor carga impositiva sobre el empleo, también conocida como 'cuña fiscal'. Este listado está liderado por Bélgica, donde los trabajadores solteros sin hijos soportan una retención del 52,6?% de su salario bruto. De hecho, se trata del único país en el que los empleados entregan al Estado y a la Seguridad Social una cantidad superior a la que perciben finalmente en su nómina.

Por detrás de Bélgica, los países con mayor diferencia entre salario bruto y neto son Alemania, donde se retiene el 47,9%, Francia (47,2%), Italia (47,1%) y Austria (47%). Por contra, los países de la OCDE con cuñas fiscales más bajas en 2024 fueron Colombia (0%), Chile (7,2%), Nueva Zelanda (20,8%) y México (20,9%).

Desde el organismo resaltan que 2024 se erige como el tercer año consecutivo en el que la cuña fiscal se amplía para las personas trabajadoras, solteras y sin hijos, después de dos años de caídas durante la pandemia, registrándose el año pasado un incremento respecto de 2023 en 20 de los 38 países de la OCDE, mientras que disminuyó en 15 y se mantuvo igual en tres.

En el caso de España, en el desglose de esa cuña fiscal del 40,6% soportada por cada español soltero y sin hijos, el 12,3% de dicha retribución bruta fue a parar al pago del IRPF, frente al 13,4% de la media de la OCDE. En el caso de las cotizaciones sociales pagadas por las empresas a la Seguridad Social supusieron el 23,4% del salario bruto y las abonadas el propio trabajador se quedó en un 5%, cuando la media de los socios de la organización multilateral de los países desarrollados se situó en el 13,4% y el 8,1%, respectivamente.

Pero el Instituto Juan de Mariana expresaba en su informe del Impuestómetro 2025 que, además de las cotizaciones y el IRPF, si al salario medio se le suman otros impuestos como el IVA, la carga fiscal de una persona trabajadora soltera y sin hijos asciende al 47,8% de su salario.

En el informe se destaca que, si a este total se añaden otros impuestos de carácter municipal, como puede ser el IBI, se estaría añadiendo una carga media de 705 euros al año por contribuyente.

Con respecto a esto, es reseñable el informe que emitió Funcas a mediados de abril de 2024, en el que resaltan que la presión fiscal de los cuatro impuestos de mayor peso sobre la recaudación alcanzó en 2022 el 18,2%, un nivel que supera en dos décimas al máximo registrado en el año 2007, año previo al estallido de la crisis financiera global.

La fundación remarca que el IRPF, el Impuesto de Sociedades, el IVA y los Impuestos Especiales -encargados del 49% de los ingresos tributarios de España- se habían acelerado tras el estallido de la pandemia, cuando pasó del 16,6% al 17,8% registrado en el año 2023, tras haber tocado techo en el ejercicio fiscal previo.

Aumento de los costes laborales

Según los datos recogidos por la OCDE, el coste laboral medio alcanzó los 71.277 dólares (equivalentes a 62.560 euros). Austria registró el valor más elevado con 110.886 dólares (97.324 euros), mientras que Colombia presentó el más bajo, con 20.848 dólares (18.298 euros). En este contexto, España ocupó el puesto 20 entre los 38 países analizados, con un coste medio de 72.439 dólares (63.580 euros).

Además, el informe de la OCDE subraya que en catorce de los veinte países donde se incrementó la cuña fiscal, ello se debió principalmente al aumento del impuesto sobre la renta como proporción de los costes laborales. La organización señala que, en los países donde no se modificaron las escalas impositivas —como es el caso de España—, el efecto se explicó por el incremento del salario medio nominal entre 2023 y 2024. Esto ocurre porque, si los umbrales fiscales no se ajustan al ritmo del crecimiento salarial, la progresividad del sistema tributario hace que los trabajadores soporten una mayor carga fiscal.

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