Más de un tercio de las empresas achacan la falta de formación como su mayor escollo para crecer

El hecho de no tener a su disposición mano de obra cualificada, junto con la normativa laboral, es lo que más está lastrando a las empresas españolas a la hora de poder desarrollar su actividad y crecer. Los problemas con la fiscalidad o la situación política del país han pasado a un segundo plano, según rezan los resultados de la encuesta El entorno empresarial y el sector privado en España, elaborado por el Banco Mundial en colaboración con la Cámara de Comercio de España.

El 35% de las compañías encuestadas manifestaron que esa carencia de mano de obra cualificada es la que impide su completo desarrollo, mientras que solo un 5% de las mismas reiteran tener problemas de acceso a la financiación o inseguridad política.

Por su parte, el 18% manifestaron que las complicaciones con la normativa laboral están entre sus principales preocupaciones y apenas un 16% achacan al entorno fiscal del país como problema mayor para desarrollar correctamente su actividad.

El universo de esta encuesta contó con 1.431 compañías nacionales de tamaños y sectores muy heterogéneos.

Como explicó Norman Loayza, director del Grupo de Indicadores Globales del Banco Mundial, "para que la economía crezca sostenidamente, es imprescindible que el entorno empresarial sea propicio a la inversión, la innovación y la competencia. Y para generar este entorno, es preciso escuchar la voz de los empresarios, pequeños y grandes, emergentes y establecidos, y atender sus preocupaciones y necesidades. De su labor y creatividad continuas, la sociedad entera se beneficia."

José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España, indicó que la importancia del conocimiento del entorno empresarial, "en una economía social de mercado como la española, la empresa es la pieza clave para la estabilidad, la creación sostenida de riqueza y el progreso social. Por ello, es imprescindible propiciar un entorno regulatorio que aliente y refuerce, y no frene, la actividad productiva", para el presidente de la Cámara de España, el exceso de regulación y la carga administrativa y regulatoria "representa un sobrecoste" en la compañía y dificulta su capacidad competitiva.

El jefe de la Unidad de Análisis Empresarial del Banco Mundial, Jorge Rodríguez, hizo la presentación del estudio donde apuntó que dichos obstáculos son los mismos para las empresas, independientemente del tamaño, aunque la regulación laboral "se intensifican en las empresas más grandes".

En su informe, el Banco Mundial cree que España tiene partes de su legislación laboral que pueden mejorar. En concreto, pone el foco en las semanas pagadas por despido, el número de empresas involucradas en procesos judiciales en los últimos tres años y la cantidad de meses que necesitan para que estos litigios se resuelvan.

El Banco Mundial considera que España tiene áreas en la regulación laboral que se pueden mejorar, y pone como ejemplo las semanas pagadas por despido, el porcentaje de empresas involucradas en litigios laborales en los últimos tres años y en el número de meses que son necesarios para resolver un litigio.

Más productividad laboral no implica en mejoras salariales

En su análisis, José Rodríguez también destacó que España tiene "un buen desempeño" en materia de productividad laboral en comparación con otras economías del mismo tamaño.

La entidad multilateral asegura que con incrementos del 10% de la productividad laboral, en España aumenta el empleo un 1,4%, mientras que en economías "con ingresos altos" -así denomina en el Banco Mundial a las economías desarrolladas-, crece el empleo un 0,6% añadido. Eso sí, la estadística también redunda en que, el hecho de que aumente la productividad ligada al factor laboral y que eso haya generado más puestos de trabajo que en otros países, eso no se ha traducido en salarios mayores para dichos empleados.

Rodríguez también fue muy incisivo en la brecha de productividad laboral. Destacó el buen posicionamiento de España en este indicador que mide la diferencia entre el 25% de las empresas más eficientes frente al 25% que están por la cola. Cuanto menor ratio haya entre unas y otras, implica que hay menos diferencia. En el caso de España, esta amplitud se situó en el 2,9, lo que aleja a nuestro país del 3,3 de la media de economías de altos ingresos y la sitúa en mejor posición.

"El ratio del 2,9 significa que las empresas más eficientes son capaces de producir con el tercio del coste de las menos eficientes", advirtió el experto. Por lo que dijo que hay espacio para mejoría en gran parte del tejido empresarial español.