Energía

La OPEP claudica y revienta las previsiones sobre el petróleo: llega un horizonte de precios más bajos

  • Los expertos de Wall Street ven un superavit desabocado y rebajan previsiones del barril
  • El cártel produciría 2,2 millones de barriles más, doce meses antes de lo planeado
  • Trump ya ha retirado del mercado medio millón de barriles persas y venezolanos

La OPEP ha pisado el acelerador. Lejos de ser un giro temporal al incremento petrolero de abril, le ha seguido otro más con un claro mensaje de Arabia Saudí: no está de farol y está dispuesto a inundar el mundo en crudo para evitar que los 'gorrones del petróleo' sigan incumpliendo las normas. Todo esto en un contexto en el que la baja demanda ha hecho claudicar a la alianza y reconocer que tras más de un año de una histórica restricción toca volver a producir como nunca. Este giro no solo ha provocado potentes caídas en el precio del barril, que han llegado a superar el 4% por momentos este lunes, sino que han hecho estallar todas las previsiones y los mercados se preparan para un horizonte de precios mucho más bajos de lo que creían hasta el momento.

Arabia Saudí ha girado con fuerza el timón en el mercado petrolero global. Tras meses de incrementos suaves y previsibles, Riad ha decidido romper el guion con una ofensiva inesperada: liderar a la OPEP+ hacia un aumento de la oferta mucho más agresivo, que ya ha provocado una reacción inmediata en los mercados y un aluvión de revisiones a la baja en las previsiones de los analistas. Con el anuncio de que el cártel pondrá en el mercado 411.000 barriles adicionales al día en junio —una cifra que triplica la prevista—, los precios del crudo han entrado en caída libre, y el Brent ha perforado los 60 dólares por barril por primera vez en cuatro años, aunque en las últimas horas ha logrado recuperar esa cota, reduciendo las pérdidas diarias.

El giro saudí no se limita a este movimiento puntual. La reunión del cartel se adelantó dos días y, apenas horas después de hacerse públicos los nuevos objetivos de producción, el Gobierno saudí lanzó una advertencia clara: podrían venir más subidas. Goldman Sachs, Morgan Stanley e ING han reaccionado recortando sus previsiones. Goldman recortó entre 2 y 3 dólares sus estimaciones para este año y el próximo, mientras que Morgan Stanley fue más lejos, rebajando en 5 dólares sus previsiones trimestrales para 2024. Este último banco ahora espera un Brent de solo 62,50 dólares en el tercer y cuarto trimestre del año. En paralelo, ING destaca el riesgo de que el superávit de petróleo se adelante y permanezca durante todo 2025.

La decisión saudí tiene múltiples capas. Por un lado, responde a la frustración de Riad con miembros de la OPEP+ como Kazajistán e Irak, que han incumplido sistemáticamente sus cuotas. La estrategia parece buscar castigar a estos países empujando los precios a la baja, lo que los presiona a volver a la disciplina común. Pero hay una lectura más amplia: Arabia Saudí también podría estar enviando un mensaje a la industria del shale estadounidense y, de paso, buscando congraciarse con la administración Trump, que ha redoblado sus críticas a la OPEP por el coste de los combustibles. A todo esto se suma la guerra comercial con China, que ya ha dañado las perspectivas de crecimiento global y añadido más incertidumbre a la demanda de crudo.

Desde Morgan Stanley, los analistas señalan que el nuevo movimiento de la OPEP+ anticipa una retirada más acelerada del sistema de cuotas y advierten que el mercado podría enfrentarse a un superávit de hasta 1,1 millones de barriles diarios en la segunda mitad del año. "Interpretamos la comunicación de la OPEP+ como una señal de que puede desmantelar sus límites de producción mucho más rápido", indicaron en una nota titulada "Weaker Balances Ahead After OPEC Hike".

El cambio estratégico saudí recuerda, para algunos analistas, a la breve guerra de precios que Arabia Saudí protagonizó contra Rusia en 2020, cuando se rompieron las negociaciones del cartel en pleno estallido de la pandemia. Entonces, como ahora, Riad pareció optar por sacrificar ingresos a corto plazo a cambio de recuperar control e influencia sobre los precios y los actores díscolos del mercado.

Un 'boom acelerado' de 2,2 millones de barriles

Cabe recordar que el objetivo de la OPEP era volver a poner en el mercado 2,2 millones de barriles en un plazo de 18 meses en un lento y pegajoso impulso que poco a poco les devolviese la cuota de mercado perdida mientras el equilibrio de precios se mantenía. La realidad está siendo muy distinta, con casi 1 millón de barriles que entran en el mercado en solo dos reuniones. Algo que ha hecho que numerosos analistas crean que este objetivo se quedará cortó.

Warren Patterson de ING ha sido el último en abonar esta teoría. La firma neerlandesa creía que solo sumarían cerca de 135.000 barriles diarios frente a los 411.000 que añadieron finalmente, una diferencia que lo cambia todo. "Al ritmo actual y con el impulso de Arabia saudí ese suministro de 2,2 millones de barriles se recuperaría el cuarto trimestre de 2024, doce meses antes de lo previsto". En ese sentido creen que esta celeridad no termina ahí y que podría llevar a recortes superiores a lo planificado. Desde Capital Economics comentan que "el Reino ha demostrado estar dispuesto y ser capaz de avanzar mucho más y más rápido para dejar en claro su punto".

Este experto explica que "el mercado del petróleo ya estaba lidiando con una fuerte incertidumbre en la demanda por culpa de las tensiones arancelarias. Ahora, además, la OPEP+ ha añadido más confusión por el lado de la oferta", explicó.

Patterson alega que "la clave será ver hasta dónde son capaces de llegar los saudíes". El experto cifra en 90 dólares la necesidad en Riad de encontrar los precios del barril para "equilibrar su fiscalidad y bombear más". Por lo tanto el equilibrio actual significa que "necesitarán recurrir a los mercados de deuda o bajar sus grandes planes de gasto".

En cualquier caso este tsunami de crudo podría acabar en el momento que se logre 'meter en el redil a los rebeldes de la OPEP'. Entre los rebeldes destacan Kazajistán e Irak. El primero es el gran señalado, puesto que lleva meses produciendo unos 300.000 barriles por encima de su cuota. Para un país cuya producción esperada era 1,4 millones de barriles, superar esa cifra en 300.000 barriles supone un golpe directo a las 'partes bajas' de la OPEP. Por otro lado, Irak ha superado los límites en unas cantidades menos llamativas, pero que acumulan un total de 1,9 millones de barriles (granito a granito se puede levantar una montaña) que debería compensar ahora. Pero como suele ocurrir en estas circunstancias, nunca es buen momento para un país petrolero para recortar su producción. Por todo ello, Riad ha decidido dar un giro radical a su política.

Un barril lastrado

En cualquier caso la situación actual ha cambiado por completo las perspectivas de todos los analistas que están cambiando aceleradamente sus previsiones para el precio del petróleo y el equilibrio entre la oferta y la demanda. Este último cada vez más se define hacia un potente superávit que, según ING, llevará a un exceso de oferta de casa 2 millones de barriles. El banco neerlandés cree que el precio del barril caerá a una media de 62 dólares. Aunque esto parezca un repunte ellos contaban con una cierta remontada mientras se calmaban los temores arancelarios y apostaban por unos precios en 68 dólares.

Goldman Sachs ha sido otro más bajista que ha recortado tres dólares su previsión tanto para este año como para el próximo. El banco norteamericano ha expresado en una nota a sus clientes que esperan el precio del barril descendiendo hasta los 52 dólares. "La decisión (de recortar previsiones) refleja unas reservas relativamente bajas y un cambio en general hacia un equilibrio más a largo plazo centrado en apoyar la cohesión interna y en disciplinar estratégicamente el suministro de esquisto estadounidense", dijeron los estrategas liderados por Daan Struyven en una nota. Por su parte no es solo el giro de la OPEP "la alta capacidad de reserva y riesgos de recesión". En cualquier caso ven posible "que haya más aumentos de producción por encima de los 2,2 millones de barriles diarios".

Morgan Stanley se ha sumado con un recorte de 5 dólares de una tacada, siendo uno de los más drásticos. Las previsiones revisadas de precios de la firma ahora sitúan el precio del Brent en 62,50 dólares por barril en el tercer y cuarto trimestre. También muestran un excedente mucho más considerable de lo esperado. Tras la última andanada de la OPEP+, prevén que el superávit aumente en 400.000 barriles diarios, alcanzando los 1,1 millones de barriles en el segundo semestre. "Interpretamos el escrito de la OPEP+ como una indicación de que podría reducir sus recortes más rápido hasta deshacerlos por completo", explican los analistas de Morgan Stanley, liderados Martijn Rats

Vía libre para el 'asedio petrolero' de Trump

Por su parte esta situación deja en una situación privilegiada a Donald Trump. El republicano había optado por iniciar un asedio a gran escala contra dos grandes titanes del petróleo venidos a menos, Irán y Venezuela. Con enormes reservas y un historial de dominar la producción, ambos países se encuentran en horas bajas pero su marca en la producción mundial existe. El país caribeño ha llegado al millón de barriles diarios antes de que Trump optase por retirar las licencias a Chevron (responsable del 80% del crecimiento de la producción) y otras empresas occidentales como Repsol.

Por su parte al tiempo que hace esto ha lanzado una andanada de sanciones contra Irán con el fin de limitar sus ingresos mientras negocia un acuerdo nuclear con el régimen de los ayatolás. En ese sentido el republicano ha iniciado una efectiva persecución de la 'flota fantasma persa' con la que llevaba su crudo a puertos chinos e indios. De momento está resultados ser bastante efectiva y desde Capital Economics creen que ambas medidas han propiciado un desplome en la oferta de crudo mundial de más de 500.000 barriles diarios.

Según la firma esto "compensa parcialmente la decisión tomada por la OPEP", dado que de momento la producción perdida por los enemigos de EEUU se equilibra con la ganada por la alianza petrolera. Respecto a Irán, el país musulmán cuenta con una producción de 3,3 millones de barriles incluso asfixiada por años de sanciones y choques con EEUU. Es decir en el interior de los montes Zagros descansa el 3% de la oferta mundial.

Pero, ¿por qué ahora Trump está logrando atacar su producción cuando EEUU ha tenido problemas con su flota fantasma". El motivo es que esta vez su guerra abierta con Pekín (y con el mundo) le permite disparar contra los objetivos adecuados. Washington ha amenazado con sanciones a todas las refinerías que se alimenten del 'oro negro' persa. Y no solo es algo que haya quedado en el plano de la retórica, EEUU ha sancionado a refinerías chinas concretas.

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