
El bono de EEUU arranca la semana al filo del 4,80%. La rentabilidad del T-Note acelera la senda alcista en la que lleva inmersa todo el mes de enero, y en la mañana de este lunes se mueve en el 4,794%, un máximo no visto desde noviembre de 2023. No es el único: en general, todas las principales referencias de deuda soberana se dejan llevar por las ventas este lunes, que se traducen en repuntes de rentabilidad y caída de los precios de estos títulos en el mercado secundario. El bono español a 10 años ha superado el 3,30% por primera vez desde el pasado mes de julio.
Este acelerón de las ventas de bonos ya se notó el pasado viernes, tras conocerse un potente dato de creación de empleo en EEUU correspondiente a diciembre. La cifra de nóminas no agrícolas - la más analizada- alcanzó las 256.000, frente a las 160.000 que esperaba el consenso de economistas. Esta fortaleza del mercado laboral estadounidense deja poco margen a la Reserva Federal para bajar los tipos de interés. De hecho, el mercado no espera un recorte del precio de dinero ya hasta el próximo mes de junio. Esto ha provocado un aumento significativo de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU en las últimas semanas, que descuentan esas menores expectativas de bajadas. A esto se suma el efecto Trump, ya que las políticas de la nueva Administración, en particular lo relativo a los aranceles y la inmigración, podrían ser inflacionistas.
Como decimos, la tónica de ventas -y subida de los rendimientos- es general a la inmensa mayoría de referencias soberanas. La rentabilidad de la deuda de España a 10 años se mueve este lunes en el 3,31%, un nivel que no tocaba desde el pasado julio. Su homólogo británico, que ya visitó máximos de 2008 la semana pasada, sube aún más, hasta el 4,88%; el francés ha repuntado hasta el 3,47% (altos de octubre de 2023); el italiano está en 3,83% (máximo de 6 meses) y el alemán cerca del 2,62% (altos de junio de 2024).
El lado bueno de las caídas por precio -que penalizan a los inversores que ya tenían bonos en cartera- es la oportunidad que abren para comprar deuda. Según señalan desde Citigroup, la rentabilidad del bono de EEUU a 10 años podría irse al 5%, lo que indicaría un buen momento para entrar. "En el 5%, el bono sería realmente atractivo", afirma Steven Wieting, estratega jefe de inversiones y economista jefe de la división de gestión patrimonial del banco estadounidense. Los inversores en renta fija no ven la luz: pierden un 3,1% en un solo mes con los bonos.
En un comentario de este mismo lunes, David Kohl, economista jefe de Julius Baer, explica que el informe de empleo de diciembre sorprendió para bien, con el impulso de "una mayor contratación en el comercio minorista, la atención sanitaria, el ocio o la hostelería; la manufactura fue el único sector que mostró una caída en el crecimiento del empleo". De ahí que desde esta entidad esperen "que el ciclo de recortes de tipos de la Fed haya terminado por ahora", debido a las "sólidas perspectivas económicas de EEUU y la persistente inflación, que exigen un tipo objetivo de fondos federales del 4,5% a lo largo de 2025". Kohl prevé que el rendimiento del Treasury estadounidense a 10 años se mantenga por encima del nivel de la tasa objetivo de los fondos federales en 2025: "Hemos elevado nuestras previsiones a 3 y 12 meses al 4,7% y al 4,95%, respectivamente", señala.
En palabras de Danny Zaid, gestor de TwentyFour AM (una boutique de Vontobel): "Es posible que los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años alcancen el 5% [...]. Pero creemos que para que veamos un rally significativo en los bonos del Tesoro de EEUU (al menos a corto plazo) tendríamos que ver datos que apunten a la debilidad económica, o un mayor deterioro en el mercado laboral, y en este momento no se dan ninguna de las dos condiciones. El movimiento de los tipos, aunque significativo, está en su mayor parte justificado dado el actual contexto económico", explica Zaid. Su conclusión es que "la narrativa de rendimientos más altos por ahora está aquí para quedarse, y el banco central puede permitirse ser paciente hasta que algo cambie en la economía. El mes que viene, estaremos atentos a cualquier revisión importante, teniendo en cuenta que enero puede traer consigo factores estacionales que pueden aportar incertidumbre a las cifras".