
El día después de la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la compañía que ha sido la madre de la energía eólica marina se ha desplomado en bolsa. Se trata de la danesa Orsted, la principal desarrolladora de parques eólicos offshore, cuyas acciones cayeron este martes un 10,7% (en el peor momento, más de un 17%). Ha sido la compañía más bajista del día dentro del Stoxx 600, índice europeo que se ha anotado un 0,40%.
La empresa publicó un impacto de 1.700 millones de dólares (1.642 millones de euros) en sus beneficios, según recogió la agencia de noticias Efe. Este deterioro se debe a la subida de tipos de interés, la reducción de la valoración de su cartera estadounidense y el aumento de los costes de entrega del proyecto Sunrise, el mayor parque eólico de Nueva York. Pero su cotización también se ha visto lastrada por las declaraciones de Trump, que ha firmado una orden ejecutiva que suspende de forma temporal las ventas de arrendamientos eólicos en aguas estadounidenses, además de pausar la emisión de permisos y préstamos para proyectos eólicos, tanto terrestres como marinos. Así se señala en el documento de prioridades que la Casa Blanca difundió el lunes, tras la toma de posesión: "Las políticas energéticas del presidente Trump pondrán fin a los arrendamientos de parques eólicos masivos que degradan nuestros paisajes naturales y no satisfacen las necesidades de los consumidores energéticos estadounidenses". En el mismo documento se afirma que Estados Unidos se retirará del Acuerdo climático de París, como ya había anticipado el republicano.
Dentro del Ibex 35, la compañía más bajista ha sido Solaria, con una caída del 2,26% al cierre de la sesión, pero que llegó a ceder un 4% en el peor momento. También Acciona Energía se cuela entre las peores del día, al haber cedido un 0,9% el martes (en el peor momento, un 2,8%). Iberdrola, también expuesta al negocio de la eólica offshore, llegó a perder un 1,1%, pero al cierre subió un 0,72%.
Más allá del índice español, la tónica general fueron los descensos bursátiles entre las principales empresas de renovables europeas. Vestas, fabricante de aerogeneradores danés, ha caído un 2,30%; la alemana Nordex, que también produce turbinas eólicas, cedió un 1,8%.
En medio de la marabunta de caídas en el sector, Jefferies ha elegido este martes para revisar sus recomendaciones para el sector eléctrico. A Iberdrola le mejora la recomendación a comprar acciones (hasta ahora, aconsejaba mantenerlas) y es la única a la que le sube el precio objetivo un 17%, hasta los 15 euros. Desde los niveles actuales, esa valoración implica un potencial alcista del 13%. También CaixaBank BPI ha elevado el precio objetivo para Iberdrola, desde los 13,60 hasta los 14,80 euros, con un recorrido al alza del 11%. Christian Rom (DNB AM): "Dentro del sector renovable, Trump no pondrá en riesgo a las empresas de eficiencia energética".

En Wall Street, que no ha cotizado hasta esta tarde los anuncios realizado por Trump (ya que el lunes el mercado permaneció cerrado), la tónica no estuvo tan clara. A cierre del mercado europeo, en una jornada bursátil marcada por las compras, el gigante estadounidense de las energías limpias, NextEra, sube un 1,1%. Un 1,4% repunta Sempra, suministradora de energía sostenible. Cae con fuerza, sin embargo, First Solar, fabricante de módulos solares, que retrocede más de un 5%, y también cede Sunrun, ligada asimismo a las soluciones fotovoltaicas, que se deja más de un 3%.
Si buena parte de las cotizadas verdes ha caído este martes, las marrones también lo han hecho. Las petroleras europeas han cerrado con descensos, concretamente con caídas del 0,8% en el caso de Shell, del 0,9% en TotalEnergies, y del 1,2% en el de la italiana Eni. En EEUU, Exxon Mobil cae un 0,50% a media sesión, y Chevron prácticamente un 1%. El barril de Brent, de referencia en Europa, se deja un 1,2%, hasta situarse por debajo de los 80 dólares. Trump avisó en su discurso del lunes por la noche de que su intención es hacer retroceder los precios de la energía bombeando oro negro: "Hay una crisis de la inflación causada por un sobregasto masivo y por el aumento de los precios de la energía. Por eso hoy declaro la emergencia nacional energética. Vamos a perforar, perforar, perforar", advirtió. "Tenemos algo que ninguna otra nación industrial tiene: la mayor cantidad de petróleo y de gas de la Tierra. Y lo vamos a utilizar. Vamos a reducir los precios [...]. Vamos a volver a ser una nación rica. Y ese oro líquido que tenemos bajo nuestros pies es lo que nos va a ayudar a hacerlo", afirmó.
Por mucho que haya colocado a Elon Musk, presidente de Tesla, al frente de su Departamento de Eficiencia Gubernamental, Trump incluyó una pulla sobre el coche eléctrico en su discurso: "Vamos a acabar con ese mandato del vehículo eléctrico para volver a salvar a los trabajadores del sector automovilístico de nuestro país", afirmó, para añadir: "Vais a poder compraros el coche que queráis. Vamos a construir coches en los Estados Unidos a un ritmo que nadie podría imaginar hace unos años". Tesla caía un 2,2% en bolsa tras cerrar el mercado europeo, y ha llegado a ceder un 4,7%. Tesla recibe a Trump con caídas del 4% en bolsa, mientras el resto de 'big tech' se sube al tren republicano.
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