
El inicio de la desescalada tras el confinamiento por el coronavirus hace que la población vaya recuperando, poco a poco, diferentes aspectos de la vida cotidiana de antes de la pandemia. Entre ellos está la asistencia a los restaurantes que, como todo, está sujeto a una serie de requisitos a cumplir por parte de los empresarios que los dirigen. Coronavirus, última hora, en directo.
Restaurantes en la Fase 2 y al 50% máximo de aforo
El acceso a los restaurantes se dará en todos los territorios que pasen a la Fase 2 de la desescalada, tal y como aclara el Boletín Oficial del Estado. Para ello, el requisito más destacado es el aforo máximo que estará entre el 40% y el 50%, después de una orden ministerial que matizaba la primera normativa que dejaba esta capacidad en tan solo el 40%.
Además, también se permite la apertura de estos restaurantes en Fase 0 o 1 de municipios de hasta 10.000 habitantes y una densidad de población inferior a los 100 habitantes por kilómetro cuadrado con las mismas condiciones de aforo. Es decir, se les adelanta lo previsto en la Fase 2.
Aún así, los restaurantes que tienen permiso para abrir sus terrazas a partir de la Fase 1 de la desescalada, con un aforo máximo del 50% y unas medidas muy concretas de distanciamiento e higiene ya estaban operativos.
El protocolo para la apertura de los restaurantes
Ya sea en la Fase 2 o esos casos específicos de Fase 0 o 1, todos los establecimientos deben cumplir con una serie de medidas y normas de higiene y seguridad. El consumo de los alimentos se deberá hacer exclusivamente sentado en una mesa o agrupación de mesas, de manera que se garantice la distancia entre personas de dos metros. Se dará preferencia a reserva previa sin que ello evite el encargo de comida para llevar. Como sucede con la Fase 1, el uso de mascarillas obviamente no es obligatorio en el momento de la ingesta de alimentos o bebidas.
Al llegar el cliente, el personal deberá mantener y garantizar la distancia de seguridad, además de aplicar el resto de medidas. En el establecimiento deberá aparecer un itinerario para evitar aglomeraciones y el contacto entre los usuarios.
Los productos, que podrán ser frescos o elaborados previamente, se deberán servir con pantalla de protección, en emplatados individuales y/o monodosis preservadas del contacto con el ambiente.
En cuanto a las medidas de higiene, se deben facilitar geles hidroalcohólicos o desinfectantes autorizados por el Ministerio de Sanidad a la entrada del local y se deben limpiar y desinfectar sillas, mesas o cualquier superficie de contacto entre la llegada de un cliente y otro. Además, el local deberá ser desinfectado al menos una vez al día.
El establecimiento debe priorizar el uso de mantelería de un solo uso, pero en caso negativo, tendrá que garantizar el uso de nueva mantelería entre cliente y cliente, así como el lavado de estos materiales entre 60 y 90 grados. Estas mantelerías, vajillas o cristalerías se han de guardar en recintos cerrados o, al menos, zonas alejadas del paso de los clientes.
Se recomienda, siempre que sea posible, evitar cartas tradicionales y optar por carteles, pizarras o dispositivos electrónicos propios. También se evitará el uso de servilleteros, palilleros, vinagreras, aceiteras y otros elementos de autoservicio dando prioridad a monodosis desechables.
¿Cómo ir al baño en los restaurantes?
La normativa aquí es igual que la que se aplica a las terrazas en la Fase 1. Solo podrá usarlo una persona a la vez, salvo en los casos de dependencia o necesidad. Sí hay diferencias respecto a la limpieza: si bien en la Fase 1 se insta a la limpieza al menos seis veces al día, en la Fase 2 la recomendación es más ambigua y se limita a reforzar "la limpieza y desinfección de los referidos aseos garantizando siempre el estado de salubridad e higiene de los mismos".
Al igual que en la entrada de los locales, a la entrada de los baños también se deben facilitar geles hidroalchólicos o soluciones autorizadas por Sanidad.
En paralelo a esto, se evitará el uso de pago en efectivo fomentando el uso de pago con tarjeta y la obligada limpieza y desinfección de los datáfonos o dispositivos TPV tras cada uso o si cambia el trabajador que lo manipula. Por último, se debe garantizar la disponibilidad de papeleras para poder depositar pañuelos o materiales desechables y que al menos se limpien una vez al día.
La Fase 3 permitirá el uso de las barras
Una escena habitual de los bares es la de las barras, y regresará cuando los territorios pasen a la Fase 3 de la desescalada. Aunque todavía no se han desglosado mayores detalles, tras el anuncio del plan completo de desescalada se informó de que, para la apertura de las barras, se tendría que garantizar una distancia de 1,5 metros entre personas.
Por el momento, ninguno de los grandes ayuntamientos ha ampliado el horario de sus establecimientos, al margen de las terrazas, que en Madrid y en Alicante sí han visto crecer sus márgenes horarios para tratar de captar más clientes y compensar las pérdidas tras semanas de cierre.
Se trata de una medida que Cádiz ha pedido para toda Andalucía. En esta comunidad, consistorios como el gaditano, Sevilla, Córdoba o Granada han permitido la ampliación de la extensión de las terrazas aprovechando distintos espacios urbanos como plazas, fachadas colindantes o espacios de aparcamiento.
Es un camino que otros ayuntamientos como Barcelona, el Madrid anteriormente citado, Murcia, Las Palmas, Tenerife o Valencia han tomado. La intención es aumentar la disponibilidad de mesas para que lleguen a los porcentajes máximos que establece la normativa y que ayuden a que la facturación de los establecimientos comience a remontar.