Tecnología

El fundador de la primera empresa española de turismo aeroespacial va a juicio por estafa

Prototipo de la nave de EOS-X Space

El turismo aeroespacial español se estrella antes de empezar a volar. EOS-X Space, una compañía fundada por Kemel Kharbachi y que tiene previsto, según dice, el primer lanzamiento en mayo desde Sevilla, se enfrenta a un juicio por presunta estafa en Baleares. Un inversor italiano, Fabio Salvalaggiof, presentó una querella contra el fundador de la compañía después de haber firmado un préstamo convertible de 100.000 euros bajo el compromiso de Kharbachi de alcanzar una financiación externa por importe de un millón de euros, que nunca se ha llegado a materializar.

Desde el despacho de abogados de EOS-X aseguran que están encantados de "que se fijen cuanto antes las sesiones orales del juicio oral para demostrar la inocencia de Kharbachi".

En el contrato se incluyó una cláusula de conversión en capital en un plazo máximo de cinco meses y una garantía de devolución, si en los 120 días siguientes desde la firma no se conseguía el resto de la inversión. Y como eso es algo no ocurrió, Salvalaggiof presentó una demanda contra EOS-X Space. Tras el periodo de instrucción, el juez ha dictado en un auto la apertura de juicio oral, pendiente solo de la fecha de señalización del mismo en la Audiencia Provincial de Baleares.

En enero de 2023, la Fiscalía de las islas apuntó ya en un escrito que los "hechos son constitutivos de un delito de estafa, previsto y penado en el Código Penal", solicitando una pena de cuatro años de prisión y una multa de diez meses, con una cuota diaria de 20 euros, además de establecer una responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas. El abogado de Salvalaggiof va aún más allá y pide hasta cinco años de prisión.

El origen del conflicto se remonta a varios años atrás. El ingeniero aeroespacial, José Mariano López-Urdiales, que había creado en 2009 la sociedad Zero 2 Infinity, para organizar viajes a la órbita terrestre utilizando una cápsula transportada por globos, se puso en contacto una década después con Kharbachi para recaudar fondos para la sociedad. Ambos pidieron entonces ayuda a Carlos Mira, expresidente de la consultora Arthur D.Little, para que buscara socios. La idea no sale adelante ante la falta de financiación y entonces Kharbachi lanza en 2020 EOS-X Space.

El origen de todo

EOS-X Space surge en 2020 con el objetivo de impulsar el turismo y dar un paso más. La finalidad de la empresa es democratizar el día de mañana los viajes al espacio, aunque de momento tienen un precio que ronda los 150.000 euros por personas. Durante sus primeros pasos, se creó un consorcio que cuenta con el apoyo de la Universidad Carlos III de Madrid y la Politécnica de Madrid; empresas nacionales, como Airbus; la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA); el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (Catec) o el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). "Necesitamos una consultora para apoyarnos con el proyecto y aquí es donde entra la consultora Arthur D.Little", apuntó Kharbachi durante una rueda de prensa el pasado mes de febrero.

No obstante, Airbus, Airtificia, Aciturri, Tata Institute, CT Engineering o GMV "se marcharon de forma irregular de la empresa, tras trabajar con nosotros casi dos años. Y, por eso, están en condición de querellados", apuntan fuentes cercanas al proceso.

Batalla judicial

De hecho, el Juzgado número 1 de Madrid ha admitido a trámite la querella contra la consultora y Mira por revelación de secretos empresariales y corrupción en los negocios, aprovechándose presuntamente, del modelo de negocio de EOS-X. Mira ha negado la copia, resaltando públicamente que "la tecnología es de todos"; pero Kharbachi matiza que "se firmó un contrato de confidencialidad". Ahora dan comienzo las acciones legales. "Es la primera vez en la vida que una consultora roba a un cliente y desarrolla el mismo proyecto con una empresa paralela para hacernos competencia", denunció Kharbachi durante una rueda de prensa organizada por el despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo a mediados del pasado febrero.

"Firmamos un contrato con ellos, y como con todas las empresas y start up con las que trabajamos. Arthur D.Little nos validó el proyecto una semana antes de la pandemia. Aunque luego me dijeron de pararlo, pero yo dije que no, que era el momento de desarrollar este programa porque todo estaba parado", explica el fundador de la firma. A lo que agrega, "meses más tarde me pidieron el 35% de la compañía para estar conmigo. Y, ante mi negativa, empezaron las amenazas".

El objetivo de Kharbachi era democratizar los viajes al espacio, pese a que todavía tienen un precio que ronda los 150.000 euros. El empresario definió el primer vuelo, previsto en tres meses en Sevilla, como una "experiencia única". A la espera del juicio, su intención es utilizar un globo de helio no contaminante para impulsar una cápsula presurizada, capaz de transportar a ocho personas, incluido un piloto, a una altitud de 40.000 metros, ofreciendo a los turistas vistas de la oscuridad del espacio y la curvatura de la Tierra en un viaje de cinco horas.

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