Economía

Dinamarca halla la cura para su economía en el mar y en un revolucionario medicamento

  • La Comisión Europea revisa al alza el crecimiento del PIB para 2023 y 2024
  • Un medicamento que 'cura' la obesidad y el gigante Maersk tiran del PIB
  • "Las exportaciones subirán gracias a los servicios marítimos y las farmacéuticas"
Puente de mármol en el canal de Frederiksholms. Foto de iStock

Resulta curioso como en el mundo hay economías que siendo tremendamente ricas en recursos naturales (petróleo, minerales...) tienen un nivel de desarrollo relativamente bajo, mientras que otras que apenas tienen recursos naturales terminan siendo muy desarrolladas. Este último caso es el de Dinamarca. Una economía que, con un clima hostil y pocos recursos naturales, ha tenido que progresar a base de ingenio, instituciones sólidas y fiables, un sistema educativo superior de gran calidad, facilitando la creación de negocios, atrayendo capital y generando un marco adecuado para crear uno de los mercados laborales más admirados del mundo (la flexiseguridad). Todo ello ha creado el caldo de cultivo idóneo para que algunos de los fármacos punteros se produzcan en Dinamarca y sirvan hoy para impulsar la economía, como si de un hallazgo de petróleo se tratase.

Las previsiones para la economía danesa han dado un giro importante gracias a una sola empresa que se dedica al transporte marítimo y a dos medicamentos que están demostrando ser muy eficaces para luchar contra la obesidad: Ozempic y Wegovy, de la firma danesa Novo Nordisk. Ambos medicamentos son similares. En el caso de Ozempic, este medicamento creado para combatir la diabetes reduce la velocidad en que los alimentos 'salen' del estómago, ayuda a reducir la cantidad de azúcar liberada por el hígado y, cuando el nivel de azúcar en la sangre es alto, aumenta la cantidad de insulina liberada por el páncreas. Al mismo tiempo, Ozempic genera una sensación de saciedad, con lo que, en principio, se reduce el consumo de alimentos con la consecuente pérdida de peso.

Además de ayudar a los diabéticos y a las personas que sufren obesidad, estos medicamentos han sido la 'cura', al menos temporal, para la economía de Dinamarca, que se enfrentaba a una posible recesión en 2023 y a un lúgubre escenario en 2024. Dinamarca es una economía muy abierta y que depende sobremanera de la zona euro, su principal socio comercial, por lo que la caída de la economía danesa parecía inevitable dada la debilidad que está mostrando el área euro. Sin embargo, la industria farmacéutica está permitiendo a Dinamarca capear el temporal. El país nórdico se enfrenta a tiempos más complejos de lo habitual ante el incremento reciente de la desigualdad de ingresos, que está llevando al Gobierno a tomar medidas controvertidas.

Como se puede observar en el gráfico basado en el consenso del mercado que realiza la agencia Bloomberg, la economía danesa ha pasado de la 'recesión' en 2023 a un crecimiento superior al 1%. Además, para 2024, los expertos creen que el PIB podría avanzar a un ritmo cercano al 2% anual, un giro de 180 grados provocado en gran medida por un medicamento, que también está modificando la hoja de ruta del Banco de Dinamarca.

Durante este invierno, el crecimiento económico se está viendo respaldado, entre otras cosas, por una fuerte industria farmacéutica. Los vientos en contra por la alta inflación y el aumento de los tipos de interés siguen presentes, pero el nivel de confianza en la economía ha experimentado un ligero aumento. Aunque el impacto de estos fármacos podría parecer más 'contable' que real, lo cierto es que los indicadores reales están aguantando bien en la economía danesa. La tasa de paro, aunque ha subido levemente en los últimos meses, sigue por debajo del 3%.

Bruselas revisa sus previsiones para Dinamarca

Desde la Comisión Europea destacaban en su último informe de previsiones que la economía danesa iba a crecer más de lo previsto gracias a las exportaciones de fármacos: "Las exportaciones netas serán la fuerza impulsora del crecimiento en 2023. Se espera que las exportaciones de bienes crezcan notablemente, impulsadas por productos farmacéuticos excepcionales fabricados tanto en Dinamarca como fuera del país. En el caso de estos últimos, en las exportaciones danesas sólo se tienen en cuenta la comercialización y la transformación, y el impacto en la producción nacional es limitado", señala el informe.

Por otro lado, el informe también destacaba el impacto de la Naviera Maersk en la economía: "Se prevé que las exportaciones de servicios experimenten un fuerte crecimiento en 2023, en parte vinculado al transporte, en particular el transporte marítimo... con todo se prevé que la contribución al crecimiento para 2023 el alcance de las exportaciones sea de 2,7 puntos, mientras que en 2024 y 2025 será de 0,1 puntos". De modo que tanto Novo Nordisk como Maersk seguirán sumando al PIB en los próximos años. "Se espera que Dinamarca registre superávits en cuenta corriente considerables durante todo el horizonte económico de nuestra proyección", aseguran los economistas de la Comisión Europea.

El gas y el mar (Maersk) también suman

Aunque la estructura de la noticia buscaba la metáfora con el petróleo, lo cierto es que el PIB de Dinamarca también va a recibir cierto impulso de los hidrocarburos que extraerá del Mar del Norte. "Estimamos que el PIB crecerá alrededor de un 1,9% en 2024. Parte del crecimiento en 2024 proviene de la reapertura del yacimiento de petróleo y gas de Tyra (que contribuirá con 0,5 puntos porcentuales al PIB en 2024). El crecimiento de la industria en 2024 será del 1,2%", aseguran desde la Confederación Industrial Danesa en un informe sobre previsiones económicas.

Dinamarca es una economía 'relativamente pequeña' si se compara con el tamaño de sus empresas, sobre todo de la farmacéutica Novo Nordisk y de la naviera Maersk. Novo Nordisk, por su parte, tiene una capitalización de mercado que ha llegado a superar por momentos el PIB entero de Dinamarca (algo más de 400.000 millones de dólares), de modo que la actividad de su empresa puede tener un impacto notable en la economía, un impacto que en esta ocasión está relanzando un país que parecía condenado a la recesión.

Desde la Confederación Industrial Danesa señalan que Novo Nordisk y Maersk son, según los estándares daneses, empresas increíblemente grandes. Por tanto, la evolución de estas dos empresas se refleja muy claramente en las cuentas nacionales danesas. Esto también se aplica a la extracción de petróleo y gas del Mar del Norte. La producción de la industria farmacéutica aumentó poco más de un 15% durante 2023. Esto corresponde a un efecto anual sobre el PIB de miles de millones de coronas danesas, aseguran desde esta asociación.

Por otro, la industria naviera contribuyo significativamente a la economía danesa en 2022. Ese año, los ingresos por exportaciones procedentes del transporte marítimo ascendieron a 531.000 millones de coronas danesas, casi 200.000 millones de coronas danesas más que en 2021. La evolución de los ingresos procedentes del transporte marítimo es de suma importancia para la balanza de pagos. Ahora, con el reciente auge de los fletes por la crisis del Mar Rojo, Maersk podría volver a contribuir de forma positiva en el PIB de Dinamarca.

Ozempic y Wegovy

En los últimos dos años, ningún fármaco nuevo ha tenido un impacto tan amplio como el medicamento para la diabetes Ozempic y el fármaco para bajar de peso Wegovy, ambos fabricados por la empresa danesa Novo Nordisk. Estos medicamentos han cambiado las vidas de millones de personas que ahora cuentan con ellos para controlar su apetito. Estos dos productos han llevado a Novo Nordisk a ser una de las empresas más valiosas de Europa.

Los medicamentos contra la obesidad estarán por todos lados en los próximos 50 años, según ha revelado un ejecutivo de la industria en declaraciones a la agencia Bloomberg. "Una proporción muy grande de la población" adoptará los medicamentos, asegura Adam Steensberg, director ejecutivo de Zealand Pharma, una biotecnología danesa que está desarrollando nuevas terapias para bajar de peso, según recoge la agencia Bloomberg.

Liderada por Wegovy de Novo Nordisk y Zepbound de Eli Lilly, la última generación de tratamientos contra la obesidad está en camino de generar ventas globales por 80.000 millones de dólares para 2030. Estos fármacos Han desencadenado un frenesí en la industria y alterado el comportamiento de los consumidores, generando un efecto dominó que va desde los minoristas hasta las aseguradoras.

Con sede a sólo unos kilómetros de Novo, en los suburbios de Copenhague, Zealand se encuentra entre los fabricantes de medicamentos que desafían a los líderes de la industria. Steensberg sostiene que los nuevos medicamentos podrían en última instancia superar a Wegovy y Zepbound en cuestiones como la seguridad (que podría ayudar a las personas a permanecer en tratamiento por más tiempo) y preservar la masa muscular del paciente. "Aún no hemos visto la molécula ganadora", aseguraba en una entrevista el domingo pasado en San Francisco antes del inicio de la Conferencia JPMorgan Healthcare.

Esta competencia farmacéutica dentro de Dinamarca promete impulsar la economía durante años. Esta industria genera pingües beneficios que repercuten en la economía danesa de diferentes formas. Por un lado, a través de los diferentes impuestos, entre los que destaca el de Sociedades (que grava el beneficio de estos gigantes). Por otro, a través del empleo, puesto que estas farmacéuticas generan un empleo de mucha calidad (investigadores, ejecutivos, logística...) de forma directa y otros tipos de empleo de forma indirecta. Pese a todo, Dinamarca tendrá que hacer frente a los vientos de cara a los que se enfrenta Europa.

Desde Danske Bank creen que, pese a este éxito, la economía danesa se enfrenta a retos importantes. Al igual que le sucede los países dependen solo del petróleo, depender solo del sector farmacéutico no es positivo ni suficiente para 'tirar' siempre del PIB: "Vemos una economía más o menos estancada fuera del sector farmacéutico. Las cifras de quiebras alcanzaron en 2023 su nivel más alto desde 2010, en parte como un efecto retardado de los cierres pandémicos, pero también como reflejo de unos costes de financiación más altos y una demanda más débil en algunos sectores como el de la vivienda", apuntan estos expertos.

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